martes, 7 de abril de 2009

La genealogía de la moral

La genealogía de la moral es, sin duda alguna, una de las obras más influenciales y polémicas que he estudiado. Encuentro súmamente interesante la relevancia que siguen teniendo aquellas incendiarias ideas de Friedrich Nietzsche, compiladas y escritas en el año 1887.
Soy de la idea, desde hace ya un tiempo, que el camino esencial, básico, indispensable para comprender nuestro presente – nuestra vida, ¿nuestro sentido? Nuestro bien, nuestro mal – no puede ser otro que un método estrictamente nihilista – una perspectiva que no admita valores absolutos en sí, una especie de manantial fértil y desinteresado – un estudio histórico que formule las preguntas más peligrosas; un método riguroso que no caiga en el error (que ya es práctica común) de calificar y cuantificar, de clasificar y separar las cosas, atendiendo sólo a aquellos temas y detalles que corroboran una hipótesis pre-existente; es decir, investigar con un fin que nos sea práctico y útil.
Ahora, pregunto: ¿Qué sentido tiene investigar cualquier cosa, desde una perspectiva utilitaria? ¿Cómo podemos pretender dar en el clavo, cuando nuestra manera de pensar esta completamente condicionada por la utilidad? Como se puede advertir, todas nuestras representaciones parten de nuestro punto de apoyo, nuestra base moral, nuestra fundación – aquella ciénaga putrefacta, cuna de todos nuestros prejuicios y valores, nuestro si y nuestros no, cual tumba de flojeza mental y ¿cómo razonar, cómo filosofar sobre estas dunas movedizas, sobre este suelo inestable?
En el momento que desprendemos nuestra mente de su necesidad instintiva de clasificar y buscar una utilidad (esa hipnótica inercia, depredadora feroz del progreso que realmente nos interesa) – cerramos una puerta, y consecuentemente abrimos otra, y así, nos sumergimos en una marea distinta – un agua tanto más fría y dolorosa, más coherente.

1 comentario:

Unknown dijo...

Intento responder algunas de tus preguntas des de mi humilde opinión.

Pienso que creer en el nihilismo te fuerza directamente a caer en unas creencias. Con lo cual crees en algo.
Por tanto, ni tú ni nadie puede pretender un método " que no caiga en calificar y cuantificar, clasificar o separar..." si ya lo estas haciendo.

¿ Y dar en el clavo? ¿ De qué ? ¿De le verdad? ¿De que un método que nos llebe a ella? No es posible.
Por que la verdad cambia, como el mundo y nuestras ideas, por tanto, el método debe ir cambiando, nunca se podrá tomar uno como verdadero y perdurante.

De todas formas si fuese posible. Nunca podría dejar de ser utilitarista, no pienses en ese ideal, es como remontarse a nuestro querido platón.Es pensar directamente que es posible encontrar las ideas en sí.

Todos los métodos serán utilitaristas, incluso " el método de la filosofía" lo es, nos sirve para pensar, para cambiar las concepciones de nuestro mundo, para luchar...


Espero que se entienda lo que intento comunicar.y sirva de algo

Besos clau